vuelta al trabajo¿Qué tienen en común los descansos en el trabajo y el recreo en el colegio?

La temida vuelta de las vacaciones ya se ha hecho una realidad. Esta semana, muchos trabajadores españoles han vuelto a sus puestos de trabajo, han vuelto a la rutina. Pero no han sido los únicos. Los niños también han tenido que volver al colegio, y en su pequeño mundo los problemas pueden llegar a ser mucho mayores que para cualquier director de tres al cuarto, o para el comercial que se enfrenta a una puerta helada.

Y es que tanto en el trabajo como en el colegio se dan ciertas situaciones y ciertos perfiles de los que uno no puede librarse:

–          Profesor/jefe. Hace unos pocos años, el profesor era una figura respetada que castigaba a sus alumnos a golpe de regla. Puede decirse que como el antiguo jefe, una figura temida y un tanto autoritario. Las cosas hoy han cambiado, sobre todo para los profesores. En cuanto a los jefes, pues se puede encontrar de todo, pero está claro que el que es capaz de ser líder y no jefe, es el que se lleva el gato al agua.

–          El recreo/los descansos. Como niños en un patio de colegio parecen algunos empleados en los descansos laborales. Se trata de momento para fumarse un cigarrillo a escondidas en el baño, con alguno vigilando en la puerta por si viene el jefe, o el “profe”; de jugar con los compañeros; cotillear sobre el “nuevo”; etc.

–          Las clases/reuniones. El sentido de asistir a una clase que no nos interesa es el mismo sentido que tiene ir a una reunión en la que no tenemos nada que aportar. El tiempo es oro tanto para los niños como para los “adultos”, y hay que asegurarse de que lo aprovechamos bien. Claro está, esto es mucho más complicado explicárselo a un niño, por lo que éstos quedan perdonados.

–          La clase de educación física, la clase por excelencia de los más pequeños. Y algunas empresas molan tanto que deciden prolongar esta clase en la vida laboral instalando gimnasios en sus oficinas.

–          Compañeros. En cuanto a los compañeros, tenemos de varios colores y sabores:

  • El colega que te cubre las espaldas y te pasa los deberes hechos. Todos tenemos en algún momento algún problemilla que nos impide entregar el trabajo a tiempo, pero nuestro compañero del alma siempre está ahí para echarnos una mano.
  • El “ladrón”. Algunos no esperan a que les presten los deberes hechos, los roban directamente, así como algunos comerciales se roban los clientes al más puro estilo carterista.
  • El que siempre llega tarde y un sin fin más como el gamberro, el gracioso, el chivato, el empollón, el “sabelotodo”… Seguro que ya les has puesto cara a todos ellos.

Pero lo más parecido que tiene el colegio y el trabajo, es sin ninguna duda la sensación que recorre nuestro cuerpo el día que nos dan las vacaciones y el día de la vuelta a la rutina. Por desgracia para muchos, la primera sensación ya queda unas cuantas semanas atrás, y por suerte para otros muchos, la segunda ya ha pasado.