Nuestro contact center, especialistas clientes externos y clientes internos, sabemos la importancia de la inteligencia emocional en el rendimiento de los empleados.

El panorama empresarial actual originado por la evolución de la pandemia del coronavirus, mantiene a los trabajadores en un mar de incertidumbre sobre su futuro laboral más próximo. El miedo a lo desconocido, a que pasará el día de mañana, genera un inevitable ambiente de zozobra y pesimismo que amenaza las emociones de cualquier trabajador. En este escenario pueden darse situaciones de estrés, tensión y hostilidad que habrá que saber gestionar para seguir adelante.

Es aquí donde cobra una vital relevancia la inteligencia emocional de las personas. Daniel Goleman la definió como: “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.  Por un lado, la capacidad de autorreflexión nos permitirá identificar las propias emociones y regularlas de forma apropiada en cada situación. Por el otro,  reconocer lo que los demás están pensando y sintiendo no ayudará a comprender mejor a los demás y a sobrellevar y gestionar mejor aquellas situaciones inciertas y cambiantes.

 

5  elementos clave en la inteligencia emocional

La inteligencia emocional,  nivel interno, nos ayuda a gestionar las relaciones con los empleados y a mantener la motivación de los equipos de trabajo. Entre los elementos más importantes que rodean a la inteligencia emocional podemos destacar los siguientes:

1. Autoconciencia. Hace referencia a la capacidad de conocer nuestras propias fortalezas y nuestras debilidades, y cómo éstas afectan a las interacciones sociales.

2. Autorregulación. Relacionada con la capacidad que tenemos para controlar nuestros impulsos ante los imprevistos. Lo importante es saber en qué media somos capaces de gestionarlos y de responder adecuadamente a las situaciones y expresar las emociones de manera controlada. Saber autorregular nuestras emociones nos ayudará a superar el pesimismo y no caer en pensamientos derrotistas.

3. Empatía. En el entorno laboral, la capacidad de comprender y ser comprensivo con las situaciones de los demás supone una mejora en las relaciones de los equipos y por tanto de su rendimiento. Tener empatía es entender a las personas que nos rodean: qué sienten y porqué lo sienten.  Si somos capaces de entenderlo, seremos capaces de saber cuáles son las necesidades de los demás.

4. Habilidades de las personas. Éstas sustentan la capacidad que uno tiene para conectarse y generar confianza en la relación con los demás. Saber dialogar conciliar, negociar,… son la base de las relaciones sociales saludables.

5. Motivación. Por último destacamos este elemento como fundamental para poner en valor nuestra capacidad para conseguir aquello que nos proponemos. Nuestros objetivos marcados deberán ser realistas para ayudar a desarrollar nuestra automotivación y dejar de lado aquellos sentimientos capaces de mermarla.

 

En Tu-Voz Contact Center contamos con equipos de trabajo motivados para ayudar a tu empresa en la recepción y emisión de llamada.